DESCRIPCIÓN
El otro día hablé por teléfono
con mi mejor amigo. Está pasando una época desagradable en su trabajo y nada
más preguntarle que qué tal estaba, enseguida centró la conversación en su
situación laboral. Las veces que habíamos hablado anteriormente hizo lo mismo.
Hablar durante media hora de su trabajo. La otra noche me contó el último
altercado, yo me dispuse a escucharle de manera activa.
REFLEXIÓN
Respeté sus tiempos, pues
tarda un montón en contar las cosas hasta que llega a lo realmente importante.
Le animé a que expresara todo lo que sentía y traté de no interrumpirle aunque
en una ocasión le dije, ‘venga al grano’. Aquí rompí una de las reglas de la
escucha activa.
Me di cuenta de que escuchar
de manera activa no siempre es fácil.
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